La ira del Conde se oía & en las legiones de el
Junto a la sed de venganza & de las mentes se apoderaba
Parado sobre una roca & el se refirió expresando:
Fieles caballeros les digo & blandid las espadas del mal
Bañar con sangre la tierra & y saciar mi sed de venganza
Pidió su armadura y su espada & sobre su caballo exclamó:
Ir por las lejanas tierras & profanen templos y abadías
Con dolor y desolación & darle muerte a la humanidad.
Que el llanto de los ungidos & por la sangre del cordero
Se remonte hasta la vaciedad & y el equinoccio y la luna.
Ordenó preparar para afrontar & la cruel batalla en la cual
Magia habríamos de exterminar & y sangre habríamos de empalar.
Y exclamó una voz amenazadora
Que irrumpió de un vacío inigualable:
Por haber roto nuestro pacto & ahora con ira os maldigo
Hasta la existencia de tu fin & la lepra te devorará
Y el tormento, vuestro espíritu & carcomerá tu legión,
Como un conde que en un tiempo reinó & perdurarás en el olvido.
Y marchamos a la batalla
Sin temor a la anatema.
Y de pronto en la llanura del olvido
Listas un millar de tropas a atacar
Desde el Valle de los Muertos emergió
El dragón que comandaba los ejércitos
Y de pronto los cielos se oscurecieron
Vendavales azotaron bosques y valles
La señal del Armagedón ya llegaría
Sin preámbulos la ira desató.