Mujer de ojos caídos, das luz a mis oídos,
con tu dulce caminar.
Caigo a tus pies rendido y me pierdo en el olvido,
de tu ausencia al despertar.
Tu mano en los labios míos,
peino de besos en chidos de un dañidno suspirar.
Y pienso y sueño en hacerte llegar,
como alondra de estos besos
que mueren por besar.
Y como echo de menos nuestra risa en tu mirar,
y desnudar mi ausencia en tu soledad.
Mujer de ojos caídos, de noche estar contigo
y de día no separarme de ti.
Este silencio de mil instantes
cuando todo se ilumina en mis ojos,
o el aire que adornan tus besos
vestidos de un te quiero, mi vida, te quiero.
Y no te alejes...
Que pienso, que sueño
subir hasta el desván,
de los sueños que soñaste
cuando yo empezaba a soñar.
Y pienso y me muero, por hacerte llegar
como alondra de estos besos
que mueren por besar.
Ser lo que siempre he sido, ser tu risa o mi llorar,
pero desnudarte de soledad.
Y perdernos de nuevo en nuestra esquina del mar,
y desnudar mi ausencia en tu soledad.