Si sales de tu casa
y miras con atención,
verás por todas partes
a gentes corrientes,
metidas en su propio mundo. Son hombres y mujeres,
no se parecen entre sí,
que sin embargo dejan
estelas gemelas,
después de patear las calles. Hablando solos,
hablando sin parar.
Quién sabe qué dirán,
a veces parece
que van con alguien invisible. Me gustan esas gentes
y trato de imaginar,
qué hacen, cómo viven,
qué cuentan, qué inventan,
a quién dedicarán sus sueños. Son jóvenes y viejos,
la soledad no tiene edad.